Florentino by Ramón Álvarez de Mon

autor:Ramón Álvarez de Mon [Álvarez de Mon, Ramón]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Biografía, Deporte
editor: ePubLibre
publicado: 2023-07-06T00:00:00+00:00

La Décima

La etapa de Mourinho había dejado un agotamiento institucional enorme. A Florentino el cuerpo le pedía fichar a un buen entrenador que, además, pudiera aportar paz y tranquilidad. El equipo había estado sometido a una enorme presión, y el club era consciente de que cierta distensión podía ser adecuada. Lo cierto es que aquella plantilla ya estaba muy curtida tácticamente. El trabajo de Mourinho en ese aspecto era indiscutible. Esa certeza remarcaba la importancia de traer a un pacificador. Así se leyó el fichaje de Ancelotti por parte de la prensa, y creo que no les faltaba razón. No obstante, la inclusión de Zidane en su cuerpo técnico animó a mucha gente.

Carlo Ancelotti había ganado dos Champions League con el Milan y tenía fama de ser un entrenador muy conciliador con la plantilla y también con la prensa. Su currículum le avalaba, pero desde el sector más duro del mourinhismo este movimiento se interpretó como una claudicación de Florentino ante la prensa y los jugadores díscolos de la plantilla. Pronto nos llevaríamos una gran sorpresa en este aspecto.

Ancelotti respondía al perfil personal de entrenador que tradicionalmente le daba éxitos europeos al Real Madrid. Parecía un movimiento inteligente, aunque en ese momento confieso que no tenía demasiado claro que fuese a salir bien. Los resultados de Ancelotti en el PSG habían sido peores de lo esperado. No cabía duda de que ya entonces Carletto contaba con una vasta experiencia tras su exitoso paso por el Chelsea, pero enfrente seguía habiendo un Barcelona desatado al que no se le podía ganar solo con caricias. Eso pensaba entonces.

La temporada anterior, de infausto recuerdo, había dejado una buena noticia: Luka Modrić se había hecho con el mando del equipo en el último tramo de la temporada y parecía un centrocampista capaz de llevar el peso del equipo junto a Xabi Alonso.

Aparentemente no hacían falta demasiados refuerzos, pero sí debían ser buenos. Florentino se fijó en la cantera porque eran años en los que las categorías inferiores de España arrasaban. Había varios canteranos como Jesé o Morata que venían pisando fuerte, y resultaba imperativo recuperar a Carvajal tras su triunfal paso por Alemania. Eran jóvenes y muy buenos estos mirlos. Casemiro, brasileño que se había fichado para el Castilla con la idea de que subiese al primer equipo, también suponía una novedad. Recuerdo que, cuando le vi jugar el primer partido amistoso de pretemporada, tuve el dudoso coraje, ya que mi cuenta de Twitter era muy pequeña por aquel entonces, de compararle con el genial Mauro Silva. Su contundencia y su capacidad para robar balones me recordaban al bueno de Mauro.

Además de ellos, el Madrid puso su ojo en otros dos internacionales españoles que venían ofreciendo un nivel impresionante: Isco e Illarramendi. Fueron fichajes bastante caros en ese momento, pero el futuro era muy prometedor en ambos casos y parecían una apuesta segura. La prensa estaba encantada con la españolización del equipo tras la etapa de Mourinho.

Eran tiempos de polarización y cada movimiento se interpretaba en esa clave.

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